Condenados por desconfiados
- Eddie Ramírez
- 7 hours ago
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La desconfianza debe haber surgido como un mecanismo de supervivencia de cualquier ser viviente que interactúa, en mayor o menor gado, con individuos de su misma o diferente especie. Aunque ha permitido el éxito de algunos animales, las sociedades humanas que han logrado sobresalir son aquellas en las que prevalece la confianza. Desafortunadamente, pareciera que cada día la desconfianza gana terreno, quizá favorecida por el surgimiento de las redes sociales y, más recientemente, por la inteligencia artificial que puede distorsionar cualquier hecho. La política venezolana no puede ser la excepción. Si no rectificamos, puede sucedernos lo que al monje Paulo en la obra teatral El condenado por desconfiado, atribuida a Tirso de Molina.
En política, tendemos a considerar que cualquiera que no piense como nosotros puede ser un marqués de Casa León, de la época inicial de la guerra de independencia, quien pasaba de patriota a realista y viceversa, según narra don Mario Briceño Iragorri en su libro Casa León y su época. Es indudable que en nuestros tiempos hay unos cuantos brincadores de vallas, como Arias Cárdenas, Hermann Escarrá, Bernabé Gutiérrez, Luis Eduardo Martínez y todos los que aceptaron la dádiva de una curul en la ilegítima Asamblea Nacional del año 2020.
Como hemos escrito, en relación a la elección de gobernadores y diputados convocada para este 25 de mayo por el Consejo Nacional Electoral que desconoció la elección como presidente de Edmundo González, también rechazamos a los postulados por los partidos a los que el Poder Judicial cedió graciosamente el nombre como premio por cohabitar con el régimen. Sin embargo, hay otros que tienen años de lucha en contra del régimen pero que, por diferentes razones, tomaron la decisión de participar o de apoyar esa farsa, que no pueden señalarse como traidores a la lucha por la democracia, aunque dificultan su recuperación. Tal es el caso de Ramón Guillermo Aveledo, Chuo Torrealba y otros.
La decisión de Capriles de prestarse a la farsa mencionada solo puede entenderse como un deseo de permanecer en la lucha política y adversar a María Corina Machado. En cuanto a Rosales, participará para conservar su parcela. Ambos le dan prioridad a sus intereses personales sobre la recuperación de la democracia y la construcción de un nuevo país.
Por otra parte, es necesario denunciar que existe una campaña destructora, tanto por parte del régimen , como por fuego amigo, que sin motivo, ni razón, critican a jóvenes políticos que tuvieron que exiliarse y siguen luchando contra el régimen, como Vecchio, Goicochea, Smolansky y Pizarrro. Esto es inaceptable. Al respecto, me permito citar y recomendar uno de los excelentes editoriales de Así lo veo, de la distinguida comunicadora social Gladys Rodríguez, titulado Despiadados.
Otro caso de desconfianza es el relacionado con la salida de los cinco compatriotas que estaban refugiados en la embajada argentina, bajo la protección de Brasil, para evitar ser encarcelados por participar en la organización de la elección del 28 J. Se comprende que en las primeras horas se pensara que Maduro había cedido y otorgado el salvoconducto. Sin embargo, después de las declaraciones de María Corina y de Marco Rubio, así como los comunicados de los gobiernos de Argentina y de Brasil, sorprende que algunos opinadores duden del rescate, mediante la Operación Guacamaya, que permitió que recobraran la libertad nuestros valientes compatriotas y que Maduro y Diosdado quedaran como pajaritos en grama.
Descartes planteaba que la duda metódica es necesaria para evitar en lo posible caer en el error, pero desconfiar sistemáticamente y solo por percepciones impide avanzar. No nos condenemos por desconfiados.
Como (había) en botica: Muchas esperanzas despierta la elección del papa León XIV por su cercanía a Latinoamérica, su defensa de quienes se ven obligados a emigrar y su rechazo al comunismo. . En cuanto al tema del género, ojalá considere una mayor apertura. Tres libros enriquecen el conocimiento de la situación venezolana: ¿Qué hacemos con la diáspora? de Tomás Páez; Enrique Aristiguieta Gramcko, entrevistado por Naudy Suárez y Decálogo del populismo, de Alexis Ortiz. Lamentamos el fallecimiento de Orangel Carroz Sánchez, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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